domingo, febrero 04, 2007

como un tomate por sus tomates

La visita de Paul Wolfowitz, presidente del Banco Mundial a Turquía despertó mucho interés en los medios locales, no por lo que dijo, sino por los agujeros de sus calcetines por los que asomaban sin recato los dedos gordos de los pies cuando acudió a una mezquita y tuvo que descalzarse de forma obligatoria.
Wolfowitz hizo el domingo la visita de rigor por los lugares turísticos de Estambul y sus alrededores y tuvo que descalzarse antes de entrar en la mezquita Selimiye, en la ciudad tracia de Edirme.
Algunos de los reporteros gráficos se arrojaron incluso al suelo para tomar las instantáneas de las extremidades de un ejecutivo que no parece preocupado por dejar que se vean los ‘tomates’ de sus calcetines.
Supongo yo que muchas otras personas se tiraron al suelo de risa y el se pondria como un tomate y nunca mejor dicho jaja